Te regalo mi plantilla de selección de empresas

No me interesan las apuestas. Ni los pelotazos. Ni los gráficos con rayitas de colores que solo entienden los que nunca han invertido de verdad.

Yo invierto para entender. Para mantener. Para ganar bien.

Y para eso necesito una cosa: negocios que comprenda. Me obsesiona saber cómo ganan dinero, qué problema resuelven y por qué van a seguir existiendo dentro de 10 o 20 años. Si no está dentro de mi círculo de competencia, paso. Así de simple.

Pero eso solo es el principio.

También busco crecimiento sostenido y rentable. No me sirve un PowerPoint con cifras bonitas. Quiero ventas creciendo a doble dígito, expansión de márgenes, retorno sobre el capital alto y consistente. Si no hay rentabilidad real, no me interesa. Me da igual que esté de moda.

Quiero moats reales. Ventajas competitivas claras. Efectos red, marcas sólidas, costes de cambio, economías de escala. Si el negocio puede ser replicado por cuatro chavales en un coworking, no pongo ni un céntimo.

Tampoco me gustan las empresas tragonas de capital. Busco alta rentabilidad sobre el capital. Si para crecer necesitan levantar dinero cada dos años, eso no es crecimiento, es dependencia.

Y sí, la caja es clave. El EBITDA no paga las nóminas. La caja sí. Yo miro el flujo de caja libre ajustado. Si el negocio no se autofinancia, si no convierte beneficio contable en billetes sigo buscando.

También me fijo en las personas. La cultura del equipo directivo me importa. Quiero gestores con visión, honestos, con skin in the game. Que comuniquen bien. Que no mareen. Que inviertan en su empresa y piensen a largo plazo.

La deuda excesiva me incomoda. Especialmente en negocios cíclicos. Quiero empresas que puedan respirar, no que dependan del tipo de interés de turno.

Y algo clave que muchos olvidan: la capacidad de fijar precios. Si no pueden subir precios sin perder clientes, están atrapados. No quiero eso.

También profundizo en las métricas operativas. Usuarios activos, retención, churn, LTV/CAC… Lo que de verdad mueve la aguja. Lo que revela si el modelo funciona más allá del Excel.

Y por supuesto, no pago cualquier precio. No busco chollos, pero tampoco me dejo llevar por la narrativa. Este es mi estilo de inversor.

Ahora voy a regalarte mi checklist, así es como trabajo, así es como gano dinero, mucho dinero.

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