Soy rico
Esta semana, aunque no lo creas, no he trabajado mucho.
Si sumamos todas las horas "ejecutivas", creo que habrán sido, como mucho, unas 6 o 7 horas. Y no es que no me guste currar, lo sabes bien, pero tenía algo mucho más importante entre manos: mi familia.
Es la cuarta vez este año que estoy en esa puta sala de espera gris y toda la semana ha sido una montaña rusa de emociones. Estar en la sala de espera del hospital, viendo cómo pasan los minutos, con esa tensión en el pecho y los nervios a flor de piel...
Mi padre otra vez en la mesa.
No news good news.
1 hora y otra y otra y otra..
Te hace pensar, ¿sabes? Esos momentos en los que te das cuenta de lo que realmente importa.
Y ahí, sentado con mi familia, esperando noticias del quirófano, me di cuenta de algo brutal: soy rico.
No, no me refiero a que mi cuenta bancaria esté llena hasta los topes. Aunque, claro, igual te sorprendes si la ves. Pero no es ese tipo de riqueza.
Soy rico porque tengo tiempo.
Tiempo para estar donde tengo que estar, con quien tengo que estar. Sin justificarme, sin pedir permiso, sin tener que dar explicaciones.
Mientras muchas personas hubieran tenido que rogar a su jefe por unos días libres o estar mirando el reloj, preocupados por volver a la oficina, yo no.
Yo estaba ahí, donde quería y debía estar.
Eso es libertad. Y en mi opinión, eso es la verdadera riqueza.
Porque la pasta, vamos a ser sinceros, va y viene. Pero el tiempo, el tiempo de verdad, el que te permite estar con los tuyos cuando más te necesitan, ese no se puede recuperar.
¿De qué sirve ganar más dinero si no puedes estar presente cuando tu familia te necesita?
O peor aún, cuando tú mismo te necesitas.
¿Cuántas veces has tenido que decir “no puedo” a lo que de verdad importa por estar atado a tu trabajo o a tus obligaciones?
La mayoría mide su éxito por la cantidad de ceros que hay en su cuenta, pero lo que de verdad importa es cuántas veces puedes decir “sí” sin tener que pedir permiso.
No se trata de hacer más dinero, aunque también sé cómo ayudarte en eso. Se trata de tener una estrategia, un plan, que te permita ser libre. Que te permita estar con los tuyos sin excusas, sin remordimientos, y sin que tu vida dependa de un horario o de lo que otro te diga que tienes que hacer.
Supongo que me seguirás o leerás estos emails porque te gustan mis opiniones sobre inversión.
Pero la parte más infravalorada de mi contenido es como crear sistemas y cómo dar los pasos adecuados para crear fuentes de ingreso que te hagan libre.
Los viernes envío un audio en mis emails donde enseño esto.
Suscribiéndote tienes acceso a 26 audios exclusivos que te harán libre.
Pero si te gusta ser un esclavito y pedir permiso hasta para levantarte a cagar, no te suscribas, no me necesitas. O sí, pero aún no lo sabes.