En febrero de este año, tenía 32 años y dije: hasta aquí.
Mandé a paseo el trabajo, el sueldo fijo y los madrugones. Bueno, no dije hasta aquí realmente, venía de un mes en el hospital acompañando a mi padre con el cáncer y me tocaron tanto los huevos, que inconscientemente practiqué un autosabotaje descomunal y me despidieron.
Pero ¿sabes qué? Ya ganaba suficiente pasta como para decir, mira, esto no lo voy a hacer. No me sale de los cojones. Y eso no sienta bien a los superdirectivos.
Pero¿sabes qué? No he vuelto. Ni voy a volver.
Y no, no me hice rico de la noche a la mañana ni gané la lotería. Logré mi independencia financiera con cabeza y disciplina. Ahora, si te apetece dejar de trabajar para siempre o simplemente tener la opción de hacerlo, sigue leyendo porque voy a compartir mis 4 pasos contigo.
O te los saltas, sigues currando hasta los 70 y comes pollas en linkedin dándole like a los posts de tu CEO. Tú decides.
1. Toma el control de tus finanzas: Si no sabes dónde va tu pasta, estás jodido.
Antes de poder decirle a tu jefe que se meta su informe de 42 páginas por donde no brilla el sol, tienes que tomar las riendas de tu dinero. Lo sé, suena aburrido. Lo es. Pero si no te haces amigo del Excel o de cualquier app de finanzas, siempre estarás mendigando euros a final de mes. Ni para pagar la birra del viernes te alcanzará, macho.
1.1 Presupuéstalo TODO (sí, TODO)
No tener un duro en la cartera me enseñó lo más importante: se puede vivir dignamente con cuatro duros, pero no puedes ir como pollo sin cabeza con el dinero. Así que, presupuesto en mano, tengo tres:
Presupuesto mensual: ¿Te crees que lo de pagar el alquiler o la hipoteca se resuelve solo? No, amigo. Esto es básico: vivienda, comida, suministros, ocio y un poquito para extras (no te flipes con los extras, ¿eh?).
Presupuesto de extras: Aquí van los golpazos del año. Las vacaciones, los regalos de Navidad, los seguros, los impuestos... Todo lo que sabes que viene, pero que siempre te agarra desprevenido. Divide ese gasto anual entre 12 y añádelo a tu presupuesto mensual. Boom, ¡solucionado!
Presupuesto anual: Es la visión general. Sabes cuánto vas a ingresar y cuánto vas a gastar. Hazlo bien, porque aquí es donde decides cuánto ahorras y cuánto inviertes. Y si te llega un ingreso extra, ¡premio! Es bonus para engordar tu patrimonio.
1.2 Trackea tus finanzas o te vas al hoyo
Presupuestar es fácil, pero seguirlo es otro rollo. Si no haces seguimiento, es como picar piedra sin saber si estás en la cantera correcta. Una vez por semana y al cierre del mes, reviso qué he hecho con mi pasta. No lo puedes dejar a la suerte. O lo haces tú, o te lo hace el banco con una comisióoooon de aquí a Lima.
1.3 Adiós a las deudas de mierda
Deudas de consumo = bozal financiero. Y yo no nací para ir atado, ¿y tú? La única deuda que tengo es una hipoteca al 1.6% y, siendo sinceros, es un puto chiste. Si tienes tarjetas de crédito con intereses de usura o préstamos al consumo, empieza a liquidarlas ya. ¿Hipoteca a interés variable? Mal, mal, mal... Súmale a tu presupuesto una partida para amortizar deuda y liquídala cuanto antes. Menos deuda = más libertad. Más libertad = decirle "adiós" al trabajo antes.
1.4 Fondo de emergencia: tu chaleco salvavidas financiero
No tienes un fondo de emergencia. Así que si la vida te pega una hostia (y lo hará, no te equivoques), te vas a ahogar en tus deudas. Mínimo 6 meses de gastos cubiertos. Si eres autónomo, sube a 8 meses. Y si tienes familia, no seas rata, pon 12 meses. ¿Por qué? Porque este fondo es lo único que te salva de caer en la indigencia si las cosas se tuercen. No lo tienes, ¡pues empieza ya, que las vacas flacas no avisan!
Y luego está el fondo para gastos anuales. Impuestos, seguros, vacaciones... Si te pilla desprevenido cada año, es porque no has aprendido nada. Automatiza una transferencia mensual a una cuenta de ahorro, que hoy día, por cierto, te rinde hasta un 3.4% con Freedom24. ¿Estás haciendo que tu dinero trabaje para ti o te lo estás cargando en pizzas y Amazon?
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2. Reduce tu coste de vivienda a lo mínimo (Sí, lo mínimo, no seas caprichoso)
El gasto más grande de cualquier humano promedio es el techo bajo el que duerme. Y más te vale que no esté hecho de cartón, pero tampoco necesitas una mansión en Beverly Hills, figura. Yo soy un loco que paga hipoteca y alquiler al mismo tiempo porque estoy reformando mi propia casa, pero... ¿Y qué? Cuando termine la reforma, me sale la jugada a 300 euros al mes. ¿Te imaginas pagar solo 300 pavos de vivienda?
Mucha gente no lo ve, pero en cuanto reduces este gasto a lo mínimo, te vuelves rico. No el típico rico con un Ferrari y una cuenta de Instagram llena de posturitas. No. Rico porque tu calidad de vida se dispara. Mientras otros trabajan para pagar alquileres indecentes, tú vives la vida. Además, tu vivienda es tu mejor escudo contra la inflación. Pregunta a los abuelos que están sin casa propia y pagando alquiler a precio de oro, a ver qué te dicen.
3. Crea múltiples fuentes de ingreso o sigue jugando a la lotería
Aquí no hay misterio: si solo tienes un sueldo fijo, estás más atado que un perro en una perrera. Y no te confundas, a los jefes les gusta que estés así. Yo he pasado de cobrar cada 28 días a cobrar prácticamente todos los días. ¡Y te aseguro que el sueldo corporativo es un chiste malo!
Primero, cambia el chip: cobrar 3.000 euros al mes suena difícil, pero ¿y 100 euros al día? Eso es otra cosa. Es casi un reto divertido. Y la clave está en crear diferentes fuentes de ingreso. Mientras unos se quejan de lo mal que va todo, tú puedes generar dinero todos los días. ¿De verdad no te ves capaz de sacar 100 pavos diarios?
4. Invertir es obligatorio: tu dinero debe trabajar más que tú
Invertir es la piedra angular del plan. No te confundas, no es meter tu dinero en criptomonedas y rezar para que Bitcoin te haga rico. No. Tienes que planear tu vida ideal: cuánto cuesta al mes y cuánto patrimonio necesitas para generarlo de manera pasiva.
Ese es mi plan. Quizá no lo logre, o quizá sí. Pero lo que tengo clarísimo es que con buenos ingresos ahora y una inversión inteligente, el futuro será mío. Y ojo, no es para todos, ¿eh? La vida tiene un cierto encanto darwinista. Los que no espabilan, se quedan atrás.
Pero, oye, igual esta lectura te ha despertado algo.
Y si tienes un mínimo de interés en ganar dinero hasta cuando duermes, no pierdas la oportunidad de abrirte una cuenta en Freedom24, que ahora remunera tus ahorros al 3,4%. Haz que tu pasta trabaje por ti, ¡y tú ya veremos si vuelves a trabajar!
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Por cierto, tengo una membresía donde envío un email cada viernes con un arsenal de contenido como este. Es el email que odiaría tu jefe, porque cuando empieces a leerlos, vas a estar un paso más cerca de mandarlo a tomar por el culo.
Y creo que eres demasiado listo para seguir de rodillas. Te apuntas aquí
Disclaimer legal: Los tipos de interés de la cuenta D y los planes de ahorro son variables y dependen de los tipos flotantes EURIBOR y SOFR. La información sobre las tarifas mencionadas es válida para la fecha de publicación del hilo. Invertir conlleva riesgos depérdida de capital.
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